
La Navidad nos recuerda que Dios decidió hacerse cercano. En Jesús, el Hijo eterno, la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros. No vino con poder ni con ostentación, sino en la humildad de un pesebre, mostrando que el amor verdadero se expresa en servicio y entrega.
En medio de un mundo marcado por la prisa, la incertidumbre y tantas voces que distraen, la Navidad nos invita a detenernos y contemplar el misterio de la gracia: Dios con nosotros. Ese es el mensaje que transforma la historia y que sigue dando esperanza a cada corazón.
Como comunidad bautista en Argentina, somos llamados a vivir y anunciar esa esperanza. Que nuestras iglesias sean espacios donde se celebre la vida, se comparta la fe y se practique la solidaridad. Que cada hogar pueda experimentar la paz que sobrepasa todo entendimiento y que Cristo sea el centro de nuestras celebraciones.
Pidamos al Señor que esta Navidad nos renueve en la fe, nos fortalezca en el amor y nos impulse a ser testigos de la luz que disipa toda oscuridad.
Con gratitud y alegría en Cristo, Liliana Chimenti
Presidente / Asociación Bautista Argentina



