Vana o eficaz y real


Pastor Jorge Perez - Presidente ABA - presidencia@bautistas.org.ar
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Dos caras de la misma moneda: Muerte y resurrección de Cristo.

Tanto la vida personal como en la historia del mundo, todas las cosas que suceden en esta vida, pueden ser cali!cadas de dos maneras: una de ellas es que sean vanas o inútiles, super"uas, aparentes o irreales y la otra, e!caces, reales, auténticas y sólidas.

Salomón fue uno de los autores bíblicos que más escribió sobre la vanidad, el término vanidad, aparece 75 veces en la Biblia, en el libro de Eclesiastés, unas 28 veces. Fíjense como termina el libro: “El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios y guarda sus mandamientos, porque esto es el todo del hombre” ECLESIASTÉS 12:13.

Las aspiraciones o el nivel de vida que se buscan tener son: riqueza, amor, familia, trabajo, profesión, inteligencia, placeres, moda, triunfo, fama y poder, algunas muy loables, pero todas terminaron pasando a un plano inferior, frente a una pandemia como la que estamos viviendo. Pero además el problema es que Dios no está involucrado en nuestras vidas y así no habrá provecho alguno debajo del sol.

En tiempos de Semana Santa, nos convoca un tema superior, la resurrección de Jesús, que es nada más y nada menos que el centro de la fe cristiana. Cristo resucitó de la muerte, como prometió, entonces sabemos que dijo la verdad: Él es Dios. Como resucitó, su muerte por nuestros pecados fue válida y somos perdonados cuando lo aceptamos por fe en nuestros corazones. Además, vive e intercede por nosotros. Porque resucitó y venció la muerte, un día ha de regresar glorioso y por eso, sabemos que también nosotros resucitaremos.

Podemos a!rmar que, si el poder de Dios no obró en la resurrección de Cristo, entonces no hay respuesta para el problema central del hombre: su pecado. El plan de Dios para la redención de los hombres involucraba la provisión de un cordero sacri!cial que pusiera su vida, por la nuestra. Cristo fue ese cordero de Dios, el único, que quita los pecados de los hombres.

Es imposible que ante un suceso que no puede ser negado, porque aún los incrédulos asumieron, que algo había pasado, como lo es la muerte y resurrección del Señor Jesucristo, las dos caras de la misma moneda y que siempre van juntas. Aún hay en la humanidad quienes asumen la postura de creer o rechazar, esta verdad. Olvidando que el bien está por encima del mal, que la verdad está sobre la mentira y el amor sobre el odio. ¿Cuál es la tuya? ¿Crees en Cristo? ¿cómo se re"eja en la vida diaria?

Más allá de esto, lo cierto es que hay muchas cosas vanas e inútiles en esta vida, en las cuales los hombres ponemos todo nuestro empeño y dedicación. ¿No será hora que revisemos esto?

Pablo, el apóstol dejaba muy en claro una postura que los creyentes de hoy no debemos olvidar, bajo ninguna circunstancia. Tenemos un mensaje que es verdad, que debe ser anunciado a los cuatro vientos y que hace que nuestra fe no sea vana e inútil sino por el contrario, muy real y e!caz. Veamos como lo expresaba.

Pero si se predica de Cristo que resucitó de los muertos, ¿cómo dicen algunos entre vosotros que no hay resurrección de muertos? Porque si no hay resurrección de muertos, tampoco Cristo resucitó. Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe. Y somos hallados falsos testigos de Dios; porque hemos testi!cado de Dios que él resucitó a Cristo, al cual no resucitó, si en verdad los muertos no resucitan. Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana; aún estáis en vuestros pecados. 1CO 15:12-17.

Ha sido comprada la redención de nosotros los hombres, quienes no lo crean deben hacerlo cuanto antes porque de esto depende su estado eterno y los creyentes somos testigos !eles de este mensaje, ante una sociedad que no podrá encontrar en ningún otro lado tan precioso y fundamental mensaje.

Que Dios nos bendiga, guie en esta hora que nos toca vivir y que todos podamos participar de las actividades de Semana Santa, ya sea virtual o presencialmente.

Pastor Jorge Perez