Cuando menos lo esperamos


Pastor Jorge Perez - Presidente ABA - presidencia@bautistas.org.ar
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“Obra del Señor es esto; admirable a nuestros ojos.” Salmo 118:23 - LBLA

Seguramente hemos prestado atención a la cantidad de sucesos que han llegado a nuestra vida, cientos de ellos han ocurrido en el momento menos pensado.

¿Quién iba a pensar que este año habría una pandemia mundial, que tendríamos que celebrar desde la virtualidad los cultos en las iglesias, que íbamos a ver a familiares y amigos a la distancia o que como Asociación tendríamos un Congreso Internacional de Iglesias, Pastores y Líderes y elegiríamos un Consejo de Administración y un presidente?

¿Quién iba a esperar la pérdida de tantas vidas, una crisis global en lo económico y laboral, la desaparición de tantos puestos de trabajo, el avasallamiento de algunos gobiernos a los pueblos, el surgimiento y empoderamiento de sectores radicalizados, etc.?

Paradójicamente, ¿quién iba a esperar que mucha gente descubriera la solidaridad, el servicio al prójimo, el teletrabajo, la creatividad, reforzar vínculos afectivos con la familia, conocidos y amigos?

Frente a la crisis, hubo muchas cosas negativas, pero muchas han sido las positivas y todo esto ocurrió, cuando menos lo esperamos.

Me hago la siguiente pregunta que seguramente vos y muchos otros también se harán: ¿dónde está Dios en todo esto?

La respuesta más simplista sería “Él está presente”, pero no le va a ser suficiente a quien está en el dolor, en el duelo. Quizás ni a nosotros mismos nos satisfaga.

Pero si nos puede ayudar, observar al finalizar este año que Dios estuvo, está y estará, en todos y en todas las cosas, y podemos comprobarlo no sólo en este tiempo difícil que hoy vivimos sino a lo largo de toda la historia humana. Dios es un Dios presente y está a nuestro lado y lo podemos descubrir en el momento que menos lo esperamos. Siempre nos sorprende con su amor y el perdón de nuestros pecados.

No importa cuántas bendiciones esperemos de Dios, Él en su infinita provisión siempre va a superar cualquiera de nuestras expectativas.

Sólo algunas de las muchas posibles referencias bíblicas: cuando el pueblo de Dios se sorprendió como lo preservó y lo sacó de Egipto, y lo condujo a nuevas tierras; o los apóstoles Pedro, Santiago y Juan en el monte de la transfiguración; los milagros que realizó, su amor, etc.

No debemos distraernos con sentimientos de fracaso y abatimiento cuando las cosas no van como creemos que es mejor. Recordemos que esto les sucedió a los apóstoles con la desilusión que experimentaron ante la muerte de Jesús. Confiar en Dios y seguir sus enseñanzas debe ser nuestra meta.

Tengamos siempre presente que cuando menos lo esperamos, Dios nos sorprende con su presencia e infinito amor, con algo mucho más grande y superior de lo que buscamos. Resucitando de la muerte como lo registran los Evangelios y prometiendo un retorno glorioso.

Pero Jesús llegó a esta instancia, porque Dios -cuando menos la humanidad lo esperaba-, dejó su gloria como leemos en Filipenses 2:7: “sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres”.

En tiempos de pandemia la Navidad puede ser celebrada de diferente manera a la que estábamos acostumbrados, pero nunca se podrá modificar la gran verdad inconmovible, que Jesús nació con un propósito muy preciso. “Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.” Mateo 1:21.

Dejemos en este fin de año y en el que se inicia que Dios nos sorprenda, y disfrutemos de su amor y de su perdón por nuestros pecados, creamos en Cristo como nuestro único y suficiente Salvador. Quizás pensemos que todo se acabó, pero Él nos dice, que acaba de empezar. Dios te pone hoy, cuando menos lo esperas, este desafío para tu vida, no hagas como que no pasa nada. Acéptalo en tu corazón.

Recordemos que insondables son sus pensamientos para nosotros, que somos y estamos limitados pero que Dios es infinito. El Señor quiere bendecirte en lo que hagas, cree en Él y disfruta de su amor y perdón. Que Dios te bendiga.

Pastor Jorge Perez