Sabíamos sí, que el esfuerzo de quienes lo organizaron, participaron y de los jóvenes en lo tecnológico, el Señor lo iba a bendecir y así lo hizo.
Hubo que elegir, por primera vez también, autoridades de la misma manera. Se conformó el Consejo de Administración, eligiéndose para el nuevo período un grupo sumamente equilibrado, en género, en edad, en experiencia y con alto nivel profesional. Pero lo más valioso de todo, cada uno de ellos aman y sirven al Señor en sus congregaciones. Exactamente lo mismo podemos decir de todos los Coordinadores Nacionales de Áreas de trabajo que tenemos en ABA.
En el título, hago referencia a dos palabras que utilizan la tilde diacrítica que sirve para diferenciar palabras que se escriben de la misma forma, pero tienen significados diferentes.
La primera, Amós un profeta que aproximadamente predicó por el año 750, a C. cuyo nombre significa “portador o carga”, y se refiere a la pesada responsabilidad que el Señor le había dado de advertir al reino de Israel.
Trayéndolo a nuestros días nosotros hoy tenemos la misma responsabilidad, advertir a la sociedad y al ser humano, con un mensaje simple pero no menos importante, que no hay que olvidarse de Dios o endurecer nuestros corazones, ni como país ni en lo individual, sin afrontar las consecuencias. Hoy promueven esto como modelo a seguir.
Porque somos “amos de nuestros silencios y esclavos de nuestras palabras”, decimos con la gran responsabilidad que nos asignaron, en la Declaración emitida en el último Congreso:
AFIRMAMOS que Cristo de ser el centro de la vida del creyente y Señor de la historia junto a su Palabra como nuestra base de fe y práctica.
EXPRESAMOS que lo vivido en estos días, debe hacer más fuerte que nuestra fe, principios y valores deben ser inconmovibles.
RATIFICAMOS como inconmovible la Palabra de Dios que es creadora, ordenadora y vivificadora.
MANIFESTAMOS aquello que nos da el Señor, y así sirvamos con gozo, predicando su Palabra y a su momento el rumbo de la humanidad cambiará.
Por eso el versículo de Gálatas 3: 27, “de Cristo estáis revestidos”, nos ayudará a, que impactemos en la sociedad, abordando los temas que se presenten, con temáticas diferentes, además, acompañaremos a los pastores, las congregaciones y todos sus grupos etarios en aquello que sea necesario, nos movilizaremos en oración, en las misiones, en capacitación, entre otras para decirle al mundo que Jesucristo es la única esperanza, para la humanidad.
Todo el Consejo y todos los Coordinadores nos comprometemos y esforzaremos para cumplir aquello que El Señor espera y que ustedes necesiten. No solo en cuarentena sino después también.
Precisamos contar con su confianza, apoyo, participación en palabras y en hechos concretos para que todos nos revistamos de Cristo.
El Señor está, nosotros estamos, ¿están ustedes? Seguramente que sí.
Privilegiado, honrado y temeroso, con el rol que se me encomendó por los próximos dos años, espero pronto poder verles en persona, para que juntos recibamos las bendiciones de Dios. Estoy para servirles en todo lo que precisen, cuenten con ello. En Cristo el Señor.
Pastor Jorge Perez