Navidad, ¿qué tiene que ver conmigo?


Carlos Bollatti - Presidente de ABA - presidencia@bautistas.org.ar
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¡Navidad es tiempo de celebración! Te invito a recordar el anuncio del nacimiento de nuestro Señor a la gente común que nos relata Lucas (2: 8-15)

“Cerca de Belén había unos pastores que pasaban la noche en el campo cuidando sus ovejas. De pronto se les apareció un ángel del Señor, y la gloria del Señor brilló alrededor de ellos; y tuvieron mucho miedo. Pero el ángel les dijo: “No tengan miedo, porque les traigo una buena noticia, que será motivo de gran alegría para todos: Hoy les ha nacido en el pueblo de David un salvador, que es el Mesías, el Señor. Como señal, encontrarán ustedes al niño envuelto en pañales y acostado en un establo.”

En aquel momento aparecieron, junto al ángel, muchos otros ángeles del cielo, que alababan a Dios y decían: “¡Gloria a Dios en las alturas! ¡Paz en la tierra entre los hombres que gozan de su favor!” Cuando los ángeles se volvieron al cielo, los pastores comenzaron a decirse unos a otros:
—Vamos, pues, a Belén, a ver esto que ha sucedido y que el Señor nos ha anunciado."

Habían recibido una noticia muy especial, pero ¿que tenía que ver con ellos? Quizás eso los motivo a ir e investigar un poco más.

Tiempo después, en la etapa en la que Jesús comenzó a desarrollar su ministerio, vuelve a recordar las “buenas noticias” y afirma “yo he venido para…” como también lo deja escrito Lucas (4:16-21).

“Le dieron a leer el libro del profeta Isaías, y al abrirlo encontró el lugar donde estaba escrito:
“El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha consagrado para llevar la buena noticia a los pobres; me ha enviado a anunciar libertad a los presos y dar vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos; a anunciar el año favorable del Señor.”

Luego Jesús cerró el libro, lo dio al ayudante de la sinagoga y se sentó. Todos los que estaban allí tenían la vista fija en él. Él comenzó a hablar, diciendo:
—Hoy mismo se ha cumplido la Escritura que ustedes acaban de oír.”

Otra vez la pregunta, ¿qué tiene que ver conmigo?

Navidad es tiempo de celebración y de oportunidad. Celebrar la buena noticia de que en mi pobreza espiritual nuestro Dios nos ofrece infinita riqueza que nos permite vivir abundantemente. Celebrar la libertad que por Cristo tenemos de las situaciones o cosas que nos esclavizan, como por ejemplo la incapacidad de perdonar y así vivir en libertad. Celebrar la capacidad de poder ver y entender lo bueno e importante de la vida cuando le damos lugar a Cristo en nuestra vida. Celebrar la libertad sobre el sufrimiento que muchas veces encontramos en esta vida por la obra de Cristo en nosotros.

Pero también y de manera especial, es tiempo de oportunidad para poder vivir en forma personal cada uno de estos anuncios en tu propia vida.

Permitime que me sume al deseo del Señor y pueda alentarte a que tengas una ¡Muy Feliz Navidad!