L.B.Cowman
ISBN 0829705066
Manantiales en el Desierto
Un devocional que lo llevara a una relacion mas intima con Jesucristo.

Hace más de 40 años salió al mercado un libro que llegaría a convertirse en el favorito de los cristianos del mundo entero: Manantiales en el desierto. Durante sus cuarenta años de existencia, la obra no sólo alcanzó la distribución de varios millones de ejemplares, sino que enriqueció la vida espiritual de millones de individuos alrededor del mundo.
 
Devocional del día 15/12/2025
"Bueno es para mí el haber sido afligido." (Salmo 119:71)

Una circunstancia muy notable es el que los colores más brillantes de las plantas se ven en las montañas más elevadas, en lugares expuestos a los tiempos más tempestuosos. Los liquens y musgos de mejor colorido, los preciosísimos colores de las flores silvestres más atractivas, abundan a la intemperie en las alturas elevadas, en los picos de las montañas limpiados por la tormenta.

Una de las mejores vistas de colorido orgánico que he visto en mi vida fué cerca de la cima del Monte Chenebettaz, una colina de unos 10,000 pies de altura que se encuentra inmediatamente sobre el gran St. Bernard Hospice. Toda la parte de una grandísima roca estaba cubierta con un vivísimo color amarillo de las flores de los liquens, que brillaba a la luz del sol como las murallas doradas de un castillo encantado.

Allí, en aquella región elevada, entre la más ceñuda desolación, expuesta a las tempestades más terribles del cielo, estos liquens exhibían un color de gloria, como jamás se ha visto en el valle cobijado. Al escribir estas líneas tengo delante de mí dos ejemplares del mismo liquen, uno de el Gran San Bernard y el otro de la pared de un castillo Escocés, profundamente encrustado entre los sicómoros; y la diferencia que existe entre ellos en su forma y colorido es de lo más sorprendente.

Los ejemplares creados entre las grandes tormentas de los picos de la montaña, son de un color verde-amarillo precioso, y su textura es suave y completa en perfil; mientras que los ejemplares que se crían entre los vientos apacibles y las lluvias delicadas de las tierras bajas de los valles, son de un color oscuro rojizo y de una textura costrosa y de un contorno quebrantado.

¿No sucede lo mismo con el Cristiano que es afligido, balanceado por la tormenta y que no es consolado? Hasta que las tormentas y vicisitudes de la providencia de Dios no lo golpean una y otra vez, su caracter aparece estropeado y nublado; pero las pruebas hacen que la oscuridad desaparezca, perfecciona su manera de ser, y da claridad y bendiciones para su vida.