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para el trabajo con ni?os:

Una mochila imaginaria

“Oh Jehová, de ma?ana oirás mi voz; de ma?ana me presentaré delante de ti, y esperaré”. Salmos 5:3

Es común ver llegar a un maestro a su clase acompa?ado de una bolsa o un morral o algo donde seguramente lleva el material que usará en su clase. Cartulinas, fibrones, afiches, apuntes, todo seleccionado cuidadosamente, ya que se supone que no desea cargar peso innecesario. Todo será utilizado en esa clase que preparó con tanto cuidado y temor en el Se?or. ?Hermosa imagen!!!

Ahora bien, ?pensaste alguna vez, mientras guardas todas tus cosas en tu bolsa, que existe otra bolsa que llevarás sí o sí a tu clase? ?Sabés algo? Es una bolsa invisible. Podrás olvidarte la que preparaste el día anterior, pero esta bolsa de la que te estoy hablando, jamás dejarás de cargarla. Es una especie de “mochila imaginaria” que todos llevamos en nuestra espalda. Y así como elegís puntillosamente qué materiales llevar para no cargar peso de más, ?sos consiente de lo que guardás en tu mochila imaginaria?

Te invito a que pensemos juntos. Tal vez hace días o semanas que no la vacías y ves lo que realmente es útil que cargues. Quizás te quedaron restos de enojos, sue?os estrujados como papeles, biromes vacías que ya no escriben nada bueno en tu corazón, hojas sueltas de pensamientos que no has dado lugar a elaborar o tan sólo pelusas que tal vez cubren promesas maravillosas del Se?or, que ya no podés ver. No lo sé, cada uno sabe lo que lleva allí dentro. Y como ya imaginarás, todo esto pesa, es carga inútil que arrastrás. Se notará en tu cara, en tu expresión si cargás algo pesado.

Por eso te propongo que vacíes diariamente tu mochila a los pies del Se?or. Como dice nuestro texto de hoy: “… me presentaré y esperaré …” ?Qué esperarás? Esperarás que él llene tu mochila con lo necesario. Es el único que sabe lo que el día te deparará. Pondrá todo aquello que será útil para tu jornada y también lo que necesites para compartir con otros, entre ellos tus alumnos. Entonces, hasta tu cara cambiará y tu expresión será otra.

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